El Chisme

jgarcia
Fecha: 07/05/2017
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La definición que da la Real Academia de la lengua Española es: Chisme. (Quizá del lat. cimex, chinche).

  1. m. Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.
  2. m. coloq. Baratija o trasto pequeño. ~ de vecindad.
  3. m. coloq. El que versa sobre algo de poca importancia

El diccionario Webster lo define: “MIS'CHIEVOUS, a. Harmful; hurtful; injurious; making mischief; of persons; as a mischievous man or disposition”. La traducción libre seria más o menos así: “dañino; que hace daño; perjudicial; fabricación de travesura o mentira; de personas; como un hombre con disposición para hacer daño.

  1. Que hace daño; nocivo; como cosa dañina.
  2. Inclinado para hacer daño; como muchacho dañino.

En otras palabras, podemos decir que CHISME es rumor, murmuración, comentario que pasa de boca en boca, sin corroborar. Cuando se dice a sabiendas de que no es verdad, se convierte en difamación. Note que en el chisme no se pretende llevar la verdad, lo que se pretende es indisponer a la persona.

El diccionario Vine indica que la palabra difamar, viene del griego “dusfemeo” que es literalmente hablar injuriosamente. Tiene un prefijo dus= oposición, injuria y del verbo femi=hablar. La palabra griega “blasfemeo” quiere decir blasfemar, injuriar o vituperar. Se traduce “decir mal”.

Cuando Dios estableció la ley de Moisés prohibió terminantemente que la gente andara chismeando entre el pueblo. Levítico 19:16: “No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.”

Note cómo Dios considera que el chisme es atentar contra la vida de la persona; y eso es así, porque cuando tú riegas un falso rumor o una verdad que ha sido tergiversada, tú puedes estar atentando contra la vida de una persona. De hecho leemos en...Éxodo 23:1-3: “No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; ni al pobre distinguirás en su causa.”

Note que en este verso hay un mandato específico: NO ADMITIRAS FALSO RUMOR. Admitir, implica recibirlo, darle paso, aceptarlo. Inmediatamente que usted se da cuenta que lo que te están diciendo es un CHISME, NO LO ADMITAS. No permitas que esa persona termine el chisme. Detenlo inmediatamente. Una vez leí en el periódico de una persona que llamó por teléfono a la casa de un hombre y le dijo que su esposa estaba siéndole infiel con otro hombre. (De hecho la llamada era equivocada, ya que el sujeto se había equivocado al discar el número telefónico). El resultado fue que ese hombre, sin corroborar esa versión, se llenó de celos amargos y con gran enojo mató a su mujer. ¿Usted ve? El chisme ocasionó la muerte de una persona.

En la ley de Moisés, o sea, en el Antiguo testamento había una regla básica a seguir con esto del chisme. La regla básica era que si Dios no te maldecía, ¿por qué tenia que hacerlo otra persona? Ellos entendían que Dios era el que juzgaba y el que se vengaba con justo juicio.  En NUMEROS 23:8 leemos: ¿Por que maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Por que he de execrar al que Jehová no ha execrado?

Es como nos recomienda el apóstol Santiago 1:20: “porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”

Y Pablo nos dice en Romanos 12:19: No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito esta: Mía es la venganza, yo pagare, dice el Señor.

Podemos preguntarnos ¿impedirá el chisme para la salvación? Realmente es una buena pregunta. Hay quienes creen que una vez usted es salvo puede hacer lo que le de la gana y pecar cuanto quiera que como quiera sigue siendo salvo. Pero vea con detenimiento la advertencia que hace el apóstol en Hebreos 2:3: ¿Como escaparemos si descuidamos una salvación tan grande? En Filipenses 2:12 recomienda: Por lo tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho mas ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,…” La salvación es gratuita, no cuesta nada, porque Jesús pagó el precio del pecado. No obstante, nosotros no podemos descuidar la salvación. Tenemos que cuidarla con temor y temblor.

El salmista pregunta en el SALMO 15:1-3: “Jehová ¿quien habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino”. ¿Se da cuenta usted lo que esto significa? Que la persona que hace mal a su prójimo, que calumnia con su lengua y que admite reproche contra su vecino, no podrá estar delante de Dios. Tiene que ser una persona integra, que hace justicia y habla verdad. Cuando andamos chismeando, esto impide la comunión con Dios.

DIOS LE BENDIGA