Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691  ¶ A todos los sedientos: Venid a las aguas. Y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.  2  ¿Por qué gastáis el dinero en lo que  no es pan, y vuestro trabajo en lo que  no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien; y se deleitará vuestra alma con grosura.  3  Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.  5  He aquí, que llamarás a gente que no conociste; y gentiles que no te conocieron correrán a ti, por causa del SEÑOR tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.  7  Deje el impío su camino; y el varón inicuo, sus pensamientos; y vuélvase al SEÑOR, el cual tendrá de él misericordia; y al Dios nuestro, el cual será grande en perdonar.  8  Porque mis pensamientos no son como  vuestros pensamientos; ni vuestros caminos, como  mis caminos, dijo el SEÑOR.  9  Como son más  altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.  10  Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que  riega la tierra, y la hace engendrar, y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come;  11  así será mi Palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, mas hará lo que yo  quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.  12  Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo os  aplaudirán con las manos.  13  En lugar de la zarza crecerá haya; y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será al SEÑOR por nombre, por señal eterna que  nunca será raída.   |